La sorprendente calma de Dean Huijsen, "un tío chill": "Su personalidad le hace diferente"

Dean Huijsen es «un tío chill». Así le ha bautizado Arda Güler y el resto de jóvenes del vestuario del Real Madrid refiriéndose a su calma fuera del campo. No se despega del móvil y de TikTok, fiebre de su generación, y en la semana y media que lleva en el conjunto blanco se ha ganado a compañeros y asistentes a base de ser simple, de hacerlo fácil: en zona mixta responde con apenas cuatro palabras por pregunta y es el más rápido en terminar de atender a los medios, un filón para los tiempos del departamento de Comunicación, y sobre el césped ya es el capitán general de la defensa de Xabi Alonso. Reparte juego igual que pasa el día: con la calma de un veterano.
Al central de la selección española, nacido en Ámsterdam pero criado en Málaga, no le ha influido la cifra de su fichaje, 58 millones, el más caro de un defensa en la historia del Madrid. Tampoco la responsabilidad, convertido en indiscutible por las lesiones del resto de zagueros. Ni siquiera su edad, 20 años recién cumplidos, o el salto mediático entre Bournemouth y el Bernabéu. «Parece que tiene 30 años», reconocen desde la expedición de los blancos en Palm Beach, que en la madrugada del viernes (3.00 horas) se enfrentan al Salzburgo.
En un solo movimiento y en poco más de una semana, el Madrid le ha puesto un parche gigante a la herida de su defensa y, especialmente, ha corregido algunas carencias en la construcción de juego, uno de los principales problemas del equipo. Huijsen acumula un 90% de acierto en el pase, con tres balones largos que crearon ocasiones de gol y con una templanza necesaria para el estilo de Alonso.
«Tiene unas condiciones exquisitas a nivel técnico y táctico, muchísima capacidad para interpretar el juego y elegir siempre la mejor opción», explica a EL MUNDO Francis Hernández, ex coordinador de las categorías inferiores de la Federación Española y uno de los autores de que Huijsen dejara la selección sub'19 de Países Bajos y se uniera a la española.
«Estábamos pendientes de su evolución y cuando vimos que había una posibilidad de que jugara con España, viajé a Italia, donde jugaba, me reuní con él y con la familia, les trasladé nuestro proyecto y surtió efecto. Él lo tenía muy claro, se sentía español y esperaba hacer ese movimiento», detalla. «Tenía un potencial muy importante. Esa envergadura, esa forma de moverse, ese físico... Tácticamente ya interpretaba muy bien todos los conceptos del juego», resume Hernández.
En febrero de 2024 recibió la nacionalidad española, debutó con la sub'21 al mes siguiente, en marzo de 2025 lo hizo con la absoluta, en mayo fichó por el Real Madrid y en junio ya es el líder de la defensa. Una escalada extraordinaria que ha dejado impactados a los trabajadores de la Federación y del conjunto blanco.
«Ha evolucionado a la hora de ganar duelos y en el juego aéreo, y se adapta a cualquier modelo de juego. Si a eso le sumas la personalidad que tiene, que es algo fuera de lo normal y es lo que le hace diferente, al final tienes a un chico de 20 años que asume con naturalidad situaciones impropias de su edad. Juega con una tranquilidad que asombra a esa edad», insiste Francis Hernández.
Su debut con España impresionó en el Real Madrid y convenció todavía más a aquellos sorprendidos por el precio de su fichaje. Huijsen se estrenó con los de Luis de la Fuente en un encuentro en casa de Países Bajos y con el público pitándole en cada balón. Le dio igual. «Estaba como en el patio de su colegio», dicen.
En esa tranquilidad tiene mucho que ver su familia, sus padres Donny y Mascha, y sus hermanos Damien y Don. Los padres están en Estados Unidos acompañándole y viéndole cuando la concentración del Madrid se lo permite, aunque Dean, relajado, no sé dé cuenta a veces. En el partido del Madrid en Charlotte, sus padres se acercaron a pie de campo antes del partido para saludar a su hijo, levantaron los brazos y le llamaron, pero el central madridista pasó de largo con la mirada perdida. «Un tío chill».
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